Adquirir cómodas sillas de oficina es un gasto que toda empresa que valore la salud de sus empleados debe hacer sin excepción.
La oficina es el lugar donde
pasamos más tiempo en el día después de la cama. Lamentablemente, no siempre
allí tenemos garantizada la protección de nuestra salud.
Un estudio realizado en 2007
por la Agencia Europea para la Salud y Seguridad en el Trabajo arrojó que más
de un 35% de los empleados sufrían algún tipo de dolor de espalda causado por
las condiciones laborales.
A su vez, este tipo de dolor
era la principal causa de gastos médicos, la segunda causa de visitas a centros
de salud y la tercera causa de cirugías.
Estudios similares
realizados en Estados Unidos encontraron que hasta un 85% de los empleados de
oficina con 50 años o más de edad sufrían algún tipo de dolor crónico en la
espalda.
Pero lo que más destacó es que una vez la lesión era tratada, había más posibilidades de recaídas graves si el empleado seguía usando sillas inadecuadas o poco ergonómicas en su oficina.
¿Cualidades que se deben de considerar al adquirir sillas de oficina?
A la hora de comprar
sillas de oficina debes tener en cuenta estas características clave:
·
El asiento
·
El respaldo
·
Los apoyabrazos y base
·
Tapizado
· Apoyapiés y accesorios
Elige siempre un asiento regulable
Una buena silla debe tener
un asiento regulable en altura, pues si es muy baja aumenta la
tensión sobre la zona lumbar. Pero una silla muy alta obligará al usuario a “doblarse”
hacia la mesa, aumentando la tensión sobre cuello y zona dorsal.
Se recomiendan las sillas
cuyo asiento quede “adelantado” con respecto al respaldo. Esto reduce la
compresión a nivel del abdomen.
Además, debe tener ancho
suficiente para sentarse cómodamente y gozar de cierto espacio a ambos lados de
las caderas y muslos.
Evita los asientos con cojín “recto” y prefiere los que tienen una inclinación hacia abajo en su parte delantera. Estos reducen más la tensión sobre la parte posterior de las rodillas.
El respaldo, ajustable y siempre con apoyo lumbar
El respaldo de tu silla de
oficina debe mantener tu espalda perfectamente alineada y contar con apoyo
lumbar.
En jornadas de hasta 5 horas
diarias conviene que el respaldo sea inclinable y se pueda elevar o bajar.
Para jornadas más largas es
mejor elegir modelos donde el respaldo y el asiento se muevan de forma basculante,
es decir, que permitan “recostarse” o erguirse a voluntad.
Este sistema elimina el riesgo de compresiones excesivas sobre espalda, muslos y abdomen y muslos
Apoyabrazos y bases con rueda
Las mejores sillas de
oficina poseen apoyabrazos que ayudan a aliviar el peso de los miembros
superiores sobre la columna.
Lo ideal es que se pueda
ajustar la separación de los apoyabrazos con respecto al asiento, según la
contextura del usuario.
En cuanto a la base, es preferible
las de cinco o seis “patas”, para una mejor distribución del peso y
estabilidad.
Si buscas bases con ruedas, elige el tipo de rueda más adecuado para el suelo de tu oficina.
Tapizado y otros accesorios
El tapizado debe ser de alta
durabilidad, con tratamiento antimanchas y que permita la ventilación y el
paso de la transpiración.
Las sillas que permiten
agregarles un reposacabezas son muy beneficiosas para tu cuello y zona dorsal.
También convienen más las que traen reposapiés, que da soporte a nuestros pies y evita tensiones sobre las rodillas y muslos, ayudando a mantener una mejor postura.
¿Qué tipos de sillas de oficina conviene más adquirir?
Con base en lo anterior, las
mejores sillas de oficina para el trabajo en escritorio son aquellas que
permitan apoyar los pies en el suelo, liberando de presión la zona entre muslo
y pantorrilla.
Para quienes trabajan en
computadora por largas horas, la silla ideal es que posean respaldo y asiento
ajustable, así como apoyabrazos y un buen soporte lumbar.
En todo caso, te recordamos
que en Office Class puedes encontrar una amplia gama de sillas de oficina.
Y allí recibirás asesoría
para que elijas el modelo que más se ajuste a tus necesidades y presupuesto.